Los cenotes, una maravilla natural
La Península de Yucatán es rica en cenotes, y aun cuando el estado en Yucatán cuenta con el mayor acervo, es en Quintana Roo donde se localizan los más conocidos. La palabra cenote viene del vocablo maya dz’onot que significa hoyo de agua o pozo.
El cenote es una formación geológica provocada por la erosión de la piedra caliza, al filtrarse el agua, esta se acumula creando un pozo de agua dulce. Los cenotes están interconectados por ríos subterráneos que mantienen vivo un ecosistema único, rico en flora y fauna; estas redes subterráneas fluviales pueden o no, llegar hasta el mar.
En la antigüedad, los cenotes jugaron un papel importante en la cultura maya, ya que además de servir como fuentes de agua para la población, eran considerados la entrada al inframundo, y el escenario donde rendían tributo a sus dioses con rituales y ofrendas.
Existen tres tipos de cenotes: abierto, semi cerrado y cerrado. En la Ruta de los cenotes, en Puerto Morelos y a lo largo de la Riviera Maya, encontrarás varios de ellos, con diferentes características, pero sin duda, todos únicos y espectaculares.
Si estás próximo a viajar a Cancún, Puerto Morelos o la Riviera Maya, considera la posibilidad de incluir en tu itinerario la experiencia de nadar en un cenote. Puedes optar por un paseo corto de medio día, o de un día completo si sumas al plan la visita a alguna zona arqueológica como puede ser Tulum o Cobá en la Riviera Maya, o Chichén Itzá -maravilla natural del mundo moderno- en el vecino estado de Yucatán.
Planea tu viaje con anticipación para disfrutar al máximo tus vacaciones.
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